El gobernador Miguel Barbosa Huerta promueve políticas para la recuperación económica frente a los desafíos del actual entorno global, la digitalización, la economía verde y la pandemia de coronavirus; por lo cual arrancó la formación de 117 empresas para la caracterización e integración de cinco clústeres que detonarán la competitividad estatal a través de la colaboración.
Como parte de las políticas para la recuperación económica inició la capacitación para la formalización de clústeres en los sectores Textil y Confección; Educación y desarrollo del Talento; Elaboración y procesamiento de alimentos y agroindustria; Servicios empresariales y tecnologías de la Información y Comunicaciones, e Impulso al Comercio, Servicios, Innovación e Industria Creativas de los Barrios Originarios de la Ciudad de Puebla, informó la titular de la Secretaría de Economía, Olivia Salomón, al referir que la dependencia busca que en 2022 haya un conjunto de clústeres integrados, con proyectos detonadores.
El modelo de clústeres apuesta por políticas sociales y económicas a la vez, pues, todas y todos tienen por delante el problema de la desigualdad, de ahí que se tiene que trabajar en conjunto por un desarrollo sostenido inclusive, compartiendo entre empresa y sociedad, como garantes de la protección y del bienestar de la población, con una propuesta única de valor que es aquello que
habrá de diferenciar a Puebla de otros espacios de México y en el mundo, que lleve a la gente a desear trabajar y vivir ahí, así como a las empresas a que sientan que desde Puebla pueden ganar y conectar al mundo, explicó el presidente de EnovatingLab y profesor del curso de Microeconomía de la Competitividad del Instituto de Estrategia y Competitividad de la Universidad de Harvard, Jon Azúa.
El también exvicepresidente del País Vasco dijo que en Puebla se tiene que crear la capacidad de encontrar los roles específicos en las constelaciones de cadenas de valor, interactuar desde lo local hasta lo global, abanderar, impulsar proyectos y empresas tractoras para la convergencia competitiva con el fin de provocar una región innovadora, capaz de crear proyectos de vida para las empresas, personas, flujos de capitales, talentos y favorecer la competición.
El binomio entre economía y territorio en un espacio concreto, pero se tiene que ir más allá, combinar lo global y lo local, en torno a una estrategia con conectividad mundial y generar bienestar desde Puebla, una apropiación de futuro, compromiso permanente y solidario, trabajar en el contexto de la competitividad, repensar el papel en las cadenas de valor y participar conjuntamente, pues, “lo que no hagas entre nosotros, no lo va a hacer nadie”, añadió Jon Azua.